Prefiero a un tío que le falta fluidez, muestra humildad y cercanía, que un vendedor de humo que tiene labia y que dice poco (me refiero a Alfonsín).
De esos hay muchos en todos los ámbitos.
Tenemos que volver a la naturalidad de las personas, no a los clones preparados por Comunities Manager o redes sociales o por un Master en expresión hablada con palabras vacías.
Nos fijamos más en las formas que en el fondo, en la imagen que en el contenido.
De esos hay muchos en todos los ámbitos.
Tenemos que volver a la naturalidad de las personas, no a los clones preparados por Comunities Manager o redes sociales o por un Master en expresión hablada con palabras vacías.
Nos fijamos más en las formas que en el fondo, en la imagen que en el contenido.
Última edición: