Buenas...
Para mi hay dos máquinas, que a pesar de no ser las más laureadas en las carreras me "marcaron". De niño (tengo 41 años) acudía de vez en cuando a rallies del regional asturiano y del nacional de asfalto con mi padre. Era la época de los Seat 124 FL, los 1430 Ddauto, R-5 turbo, los Ford escort, mantas, etc.
Posteriormente pude admirar los grupo B gordos en el nacional de tierra tras su prohibición en el mundial. Gustavo Trelles compitió con uno realmente "gordo" y ganó varios campeonatos con la máquina que más me impresionó en su momento, fue el Lancia Delta S-4 con los colores de Marlboro. También corrió este campeonato con Ford Rs-200 un tal Carlos Sáinz, que por aquél entonces hacía de manera simultánea el nacional de rallies con un Sierra Cosworth y que ganó en dos ocasiones antes de dar el salto al mundial con el Toyota Celica en el 89 con un programa ambicioso que le llevó a ganarlo en el 90 por primera vez.
El Lancia Delta S-4 y el Rs 200 fueron dos de los coches más bellos y espectaculares que no acabaron nunca de desarrollarse en competición mundialista, ya que los accidentes de Toivonen y Cresto en el Tour de Corse y el accidente en el rally de Portugal de un RS 200 de un piloto portugués (del que no recuerdo ahora el nombre) hicieron que el desarrollo tocara a su fin.
También Ari Vatanen se dio un gran golpe con su Peugeot y Juha Kankkunen se vio implicado en otro.
Si he de elegir uno, elijo el S-4, sin duda. Turbo y compresor empujando rabiosamente, catapultando el coche a la misma velocidad que alcanza un ratón que huye despavorido de un gato y con un sonido igual al de un felino al que pisamos el rabo...
Elijo este coche de la década de los 80.