Historias del Dakar

Nicola Romeo

Deidad Alfista
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Historias del Dakar: lágrimas sobre la arena del desierto

Iván Fernández ( @fernischumi ) el 9 de enero de 2017

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Ayer recordábamos a uno de los precursores de toda la leyenda de KTM en el Dakar (15 victorias consecutivas), Heinz Kinigadner[/color]]Heinz Kinigadner. Casi una década después del austriaco, KTM comenzaba a participar en la prueba africana oficialmente y a la primera iría la vencida. Fabrizio Meoni se coronaba ganador del Dakar, dándole a las motos naranjas la que era su primera muesca en el revólver.

El modelo LC4 660 R era la primera moto de KTM que se coronaba, con Meoni aupándose al liderato en la décima etapa después de los problemas de Sianct y Nani, y no soltándolo hasta el final. El italiano de 43 años, llegó al Lago Rosa como ganador sin haber logrado ni siquiera una victoria de etapa. Era suficiente, su regularidad y la selección ente sus rivales le permitían cumplir uno de sus sueños.

Como motard criado en los rallyes, sus dotes de navegación ponían siempre ese extra que se necesitaba en la etapa africana del rally-raid, así como en otros rallyes de la talla del Faraones, o el de Túnez. KTM estaba decidida a seguir explotando el altavoz que era el Dakar y en 2002 estrenaban la 950 Rally con la que absolutamente arrollaron la carrera, copando las tres primeras posiciones en casi todas las etapas y con 20 motos de las 21 primeras clasificadas a la llegada a la meta de aquel Arras-Madrid-dakar de 2002.

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De nuevo Meoni se imponía, esta vez con dos victorias de etapa en el momento justo y después de un bonito duelo con Nani Roma. El español se iba al suelo en aquella fatídica 14ª etapa, cuando tras perderse se colapsaba y caía sobre la arena sin recordar nada. Quedaban menos de 200 kilómetros contra el cronometro (en dos etapas) y nada parecía estar en disposición de frenar a Fabrizio.

KTM seguía ampliando sus dominios. En la de 2003, el 58% de las 165 motos participantes eran del fabricante austriaco, demostrando que la apuesta había sido la correcta. Por su parte, Meoni seguía siendo uno de los grandes candidatos al triunfo, en lucha con Despres y Sainct, sin embargo, un problema de motor el décimo día, en la etapa que unía Sarir con Siwa le dejaba con una losa de 40 minutos perdidos difícil de levantar. Aun así, llegaría tercero a la meta final, detrás de Richard y de Cyril. Un año después, edición 2004 en la que finalmente Nani Roma conseguiría su triunfo en motos, de nuevo problemas mecánicos dejaban fuera de la lucha a Meoni.

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El transalpino ya había asegurado en más de una ocasión que no tenía previsto seguir compitiendo en el Dakar, finalmente, decidió estar en la salida de aquel Barcelona-Dakar de 2005 con el resto de pilotos KTM: Coma, Despres, Cox, Caldecott, De Gavardo, Isidre Esteve y Ullevalseter. A quién le sorprenda ver tantos nombres buenos en un fabricante, hay que recordar que en aquellos años la categoría de motos era más una lucha entre equipos que entre marcas, ya que KTM copaba las primeras plazas y las listas de inscritos.

El fallecimiento de José Manuel Pérez ‘El Carni’ sacudía el Dakar en la décima etapa, sin embargo, fue en la siguiente etapa, aquel 11 de enero de 2005, cuando el desierto se terminó de cubrir de lágrimas. La organización informaba a Marc Coma y Cyril Despres del grave accidente y fallecimiento de Fabrizio Meoni tras el repostaje. El italiano de 47 años sufría un paro cardiaco del cual no le podrían reanimar. Los dos rivales se venían abajo, separados por sólo unos centímetros, compartiendo dolor y rivalidad en silencio. Una de las imágenes más desgarradoras que se han podido ver en toda la historia de la prueba.

ASO decidía cancelar la etapa 12ª para las motos y llevar a todos los participantes en avión hasta Bamako. Sólo unos días después, Despres, acompañado por Coma y Alfie Cox en el podio, dedicaba su tuareg al cielo, tras una batalla con Meoni y el piloto español que nunca ha podido olvidar. Se decía adiós a uno de los pilotos más queridos de la carrera, tanto por aficionados, como por el resto de participantes.

[youtube]http://www.youtube.com/watch?v=iTEVwdCIl80[/youtube]​
 

Nicola Romeo

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Historias del Dakar: el Lago Rosa, todo el mundo lo desea, sólo unos pocos lo ven

Iván Fernández ( @fernischumi ) el 12 de enero de 2017

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Fiambalá, el Altiplano boliviano, el Salar de Uyuni, el desierto de Atacama, la gran duna de Iquique o las ya famosas Dunas de Capricornio que este año han atemorizado a los participantes en la edición 2017. El Dakar ha cambiado de continente y escenario, y a pesar de que toca vivir esta nueva realidad del rally-raid más duro del plante, es cierto que se echa de menos el ver a los participantes llegando a orillas del Lago Rosa.

Era posiblemente uno de los lugares más deseados del planeta durante esas dos semanas de cada año. Cientos de participantes soñaban con llegar a sus playas para disputar la última etapa por la arena repleta de trampas de este rincón situado a 30 kilómetros al norte de Dakar. La culpa de ese característico color rosa que podéis ver en la imagen la tienen una especie de algas única, la dunaliella salina, que convierte lo que podría ser un tranquilo día de playa, en un sueño rosado para todos los competidores: “todos sueñan con verlo, sólo unos pocos lo logran”.

Las imágenes que veréis a continuación hacen referencia a la 15ª etapa del Lisboa-Dakar de 2007, la que a la postre sería la última vez que la carrera se disputara sobre suelo africano y que por tanto tuviera el Lago Rosa como gran final. Paradójicamente, De Villiers sería el último que conseguiría ganar una etapa sobre suelo africano y también el primer ganador del Dakar sudamericano.

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[youtube]http://www.youtube.com/watch?v=YiklI04W3OY[/youtube]​
 
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