Fantaseando con revivir Lancia con el Fulvia
by Javier Costas on 6 noviembre, 2016
UN TOQUE DE AMBICIÓN NO LE HABRÍA IDO MAL
Esto que estáis viendo es un fotomontaje, pero uno de los buenos. Es una hipotética versión del Mazda MX-5 vestida con traje italiano, pero no cualquiera, el de Lancia. Ya existe versión Fiat y versión Abarth, y
las comparamos recientemente. A día de hoy Lancia subsiste en el mercado con un único modelo, el Ypsilon. Solo una década antes contaba con el Ypsilon, Musa, Libra, Phedra y Thesis.
Ironías de la vida, rebuscando en su portal de prensa, me llama la atención un comunicado de 2009: “Lancia es la marca que más crece en 2008”. Fue un año bastante negro para el automóvil en España, el mercado cayó un 28,09%, pero la marca subió un 10,82% sobre 2007 y colocó 4.382 unidades en nuestro país. En lo que va de 2016, ni son ni 500. FCA le está suministrando calmantes para que se desvanezca progresivamente.
Puede que alguien piense que el Lancia biplaza descapotable fuese a revivir la marca, pero hay que ser realistas. Se hizo un experimento parecido con el Lancia Flavia, un remarcado del Chrysler 200 que solo se ofreció entre 2012 y 2013. Obviamente fue un fiasco en ventas. Pero vayamos un poquito más atrás. El artista digital se ha inspirado en un prototipo real, el Fulvia Coupé de 2003, no ha sido una simple ida de olla.
Lo que Lancia necesitaba es lo mismo que ahora funciona tan bien con Fiat: una gama de modelos aspiracionales. ¿Qué significa esto? Fácil, modelos por los que la gente paga un poco más de lo que toca porque tienen algo especial. La gama aspiracional de Fiat consta del 124 Spider y la gama 500 (500, 500L, 500X). Los modelos de precio de derribo son otros, como Panda y Tipo.
Lancia no es (era) una marca de precio contenido, aunque tampoco compitió de tú a tú con las monarquías Premium alemanas en sus últimos años
Lamentablemente Lancia va a quedar en los libros de historia como un ejemplo de pésima gestión en sus últimos años. Si estirásemos un poco la memoria, llegaríamos a una época no tan lejana en la que Lancia hacía “
coches para hombres”, tal y como dijo Jeremy Clarkson en uno de los programas de Top Gear. Era la Lancia del 037, el Stratos y el Delta Integrale (y había Deltas normalitos también).
En los libros hay muchas marcas que han pasado al pasado -valga la rebuznancia- por haber sido mal gestionadas, aunque lograron la gloria. Algunas de ellas han revivido gracias a la nostalgia, mucha pasta, y un ambicioso plan de márquetin. ¿Hola, Bugatti? Pero FCA no está por la labor, los esfuerzos se centran en las vacas que más leche dan por sus ubres, y las que menos languidecen entre planes de austeridad. Alfa Romeo ha llegado a quedarse con dos modelos, pero llegó un plan serio para reflotarla, luego sobrevivirá.
Y en este momento diré algo que me granjeará muchos odios, y lo diré con dolor y sufrimiento: Lancia necesitaba tener un potente SUV en su gama, o dos, o tres. Con un biplaza descapotable no habría pasado casi nada, pero qué bonito es fantasear.
Fotomontaje – Theopilus Chin