Yo no creo en la existencia de ese comprador con criterio y objetividad, que antes de comprar una berlina considera el estudio razonable del que se deriva la decisión de compra basada en datos objetivos, puede que existan algunos, pero con toda seguridad son “totalmente irrelevantes“ en el cómputo final que, ene teoría, debería situar a cada vehículo en un puesto de ventas que se correspondería con el valor objetivo del coche, sin considerar marca.
A la mayoría de mis amigos y de mi entorno les importa una higa que el chasis del Giulia sea una maravilla, que sea muy bonito, lo del chasis, en general, no saben muy bien que es, solo tienen una idea aproximada, respecto a las sensaciones de conducción todavía les crea más confusión, no entienden que es, ¿sensación en la conducción?, si les plantearan las preguntas en una encuesta tipo test, en la que hubiera una casilla con la palabra comodidad, la elegirían.
En mi caso, algunos de los compañeros de profesión con los que tengo relación más estrecha y confianza, me ha llegado a preguntar como me he comprado, no ya este modelo, Giulia, sino la marca Alfa Romeo, otros lo miran les gusta la estética, pero no comprarían un Alfa en la vida, aunque efectivamente fuera, (ojo, no dogo que lo sea) el mejor coche de su segmento al mejor precio.
En mi opinión la lucha de Alfa Romeo no está en lo que muchos de los compañeros critican y argumentan, esta en la sinergias de marca, y es ahí donde a base de mucho tiempo y de una buena planificación, pero sobre todo en la lucha contra el gigante industrial teutón.
Naturalmente que hay BMW mejores que el Giulia, pero yo también tengo sinergias, y estas me llevan a que, aún así, prefiera comprar un Giulia.