Contacto: Nissan Juke-R "Prototipo"
No todos los días tenemos la posibilidad y el privilegio de subirnos a un prototipo de medio millón de euros. En Autoblog podemos considerarnos afortunados al recibir una llamada de Nissan España en la que nos daban la posibilidad de conducir una de sus últimas obras maestras: el Juke R.
Inicialmente pensado para ser mostrado al público como ejercicio de diseño que apoyase el lanzamiento del modelo original, el Juke R ha pasado a la producción en un número muy reducido de unidades; sólo 24 serán construidas en total y aunque no están todas vendidas, ya hay algunas entregadas a sus afortunados dueños en la configuración de serie, más potente que el prototipo que hemos probado pero también ajustado para poder ser usado por carretera. El desarrollo de este espectacular crossover lo ha realizado RML, una firma especializada en ingeniería y competición. Tardaron 22 semanas en conseguir el prototipo final.
La combinación Juke/GT-R suena realmente atractiva. Pero al natural, al verlo en vivo y sobre todo al conducirlo, te deja con la boca abierta. De entrada su estética es de esas que hace girar cabezas a todo aquel que se encuentre cerca. Hemos podido comprobar que da igual el sexo, la edad y condición social, pues este crossover racing ha enamorado a un buen puñado de personas en cuestión de minutos.
GALLERY Contacto: Nissan Juke R / GT-R Track Pack
Del Juke R serán fabricadas menos de 30 unidades. Tres de ellas ya han sido entregadas a sus afortunados dueños
Puede que sea su pintura en negro mate o quizás los muchos cambios necesarios para poder albergar con seguridad los 485 CV de esta unidad que entre otras cosas afectan y modifican el ancho de vías, los pasos de rueda, la altura al suelo por aquello de rebajar el centro de gravedad, los paragolpes específicos o el alerón posterior partido en dos... Sea el motivo que sea, es incapaz de pasar desapercibido.
Y si por fuera es bien distinto al modelo original, por dentro conserva muy pocos elementos. El diseño general sí se corresponde con el del Juke, pero aquí muchos de los mandos, botones e incluso la instrumentación se han cogido prestados del GT-R, incluyendo la completísima pantalla multifunción que nos permite comprobar mil y un parámetros relacionados con el motor, la conducción, etc.
Como es lógico, para soportar tal incremento de potencia en relación al normal y de paso aumentar la seguridad, este Juke prescinde de las plazas posteriores y añade las barras de protección, creando un ambiente realmente racing. Los asientos, similares a los empleados en competición con cinco puntos de anclaje no cuentan con regulación alguna, pero nos han parecido relativamente cómodos. Peor es acceder al interior con las barras robando un buen hueco en la parte inferior... pero sinceramente, no nos importaba lo más mínimo doblarnos hasta morir si de pilotar esta maquina se trataba.
Toda concesión al lujo o al confort vista en el Juke de serie aquí sobra (aunque tiene climatizador, equipo de sonido e incluso USB). Ni siquiera las puertas posteriores se pueden abrir desde fuera, debiéndolo hacer desde la propia maneta interior. Con 11.000 km en el odómetro, este prototipo sin embargo se siente como si estuviera bastante más rodado. Es de imaginar que habrán sido muchas las manos de ingenieros, jefazos y terceros que lo han tocado para la puesta a punto y/o disfrute personal. Al fin y al cabo sólo hay dos unidades como esta en el mundo, una con el volante a la izquierda y la otra idéntica pero con el aro a la derecha.
Al ser un prototipo, muchos de los desajustes son perdonables. Esta unidad no estaba en su mejor momento, con una dirección es un estado delicado y una transmisión que no aguantará muchas vueltas más
Para ponerlo en marcha hay que apretar un botón. Tanto este sistema como la palanca de cambios llegan tal cual están en el GT-R y se nota por diseño que no han sido pensados para la cúpula del original que simula el depósito de una moto... pero tampoco nos importa. Queremos escuchar su motor. Presionamos el mágico botón START y brmmmmmmm, su maravilloso bramido supera al mejor de los conciertos a los que hemos asistido últimamente. Nos resulta complicado explicar lo que se siente, pero aseguramos que es una delicia sobre todo si lo haces desde el interior, rodeado de un ambiente tan racing y minimalista. Los mil relojes de la pantalla multifunción indican absolutamente de todo de manera casi abrumadora y necesitamos unos cuantos segundos para identificar y comprender tal cantidad de información.
Para evitar daños en esta unidad tan especial debemos ir acompañados por uno de los técnicos de Nissan. Él se asegurará, o al menos intentará, qué el trato que le demos al Juke R sea el adecuado. Nos reconocen que esta unidad no estaba en su mejor momento, con una transmisión casi a punto de caramelo y una dirección dañada con la que había que tener especial atención. La idea, más que probarlo en un circuito para exprimirlo al máximo, era poder tener una mínima toma de contacto con un vehículo tan especial y exótico.
Con el cinturón bien anclado y sabiendo que no podemos exprimirlo, es hora de ponerse en marcha. Modo automático, freno de mano fuera... y al mínimo toque en el acelerador la respuesta es enérgica e inmediata, pero sólo nos lleva dos segundos habituarnos a ello. En marcha la sensación es de poderío total; en todo momento tienes presente que bajo el capó hay mucha energía dispuesta a dejarte pegado al respaldo, algo que sucede sin buscarlo demasiado.
La transición entre velocidades se realiza con una rapidez ejemplar y resulta curioso que en una conducción tranquila tenga un planteamiento tan "light", subiendo tantas velocidades como sea posible. Es algo que esperas en un vehículo de calle, pero no en uno como este. De todos modos a la mínima insinuación en el acelerador, reduce lo necesario para salir disparado sin miramientos.
Es rápido, muy rápido, pero no da la sensación de inseguridad que podría plantearse cualquiera al unificar en la mente Juke + 485 CV. Aquí los responsables de producto han logrado un conjunto eficaz. Aunque estéticamente recuerda al original, el chasis es totalmente distinto y específico para este prototipo partiendo del que emplea el GT-R pero acortado en 25 cm. También cuenta con las suspensiones del coupé (de igual modo adaptadas). Sistema de tracción total, transmisión, etc. Todo del GT-R y convenientemente modificado para el Juke R.
Por prestaciones, este Juke R no tiene nada que envidiarle a muchos súper deportivos. La versión de calle es incluso más potente, subiendo de los 485 CV de este hasta los 550 CV
En marcha la suspensión es dura como una piedra. Se siente absolutamente todo lo que haya en el asfalto por mínimo que sea. La dirección tiene un tacto extraño, pero al no estar en buenas condiciones nos parece algo normal y fuera de críticas. Debemos prestar especial cuidado durante la conducción ante cualquier irregularidad que podría hacer que los enormes neumáticos acaricien los pasos de rueda...
No tuvimos ocasión de buscarle las cosquillas así que no sabemos cómo irá al límite, pero al menos en circunstancias más normales es predecible y muestra un excelente agarre.
Durante el regreso al punto de partida, ya con el cuerpo adaptado al "R", nos dan permiso para pegar un buen acelerón y comprobar su respuesta. Pocas palabras podrían explicar la sensación que se tiene al volante. En decimas de segundo hemos pasado de 60 a 150 km/h, con cambios extraordinariamente rápidos y, también hay que decirlo, unos cuantos grillos producidos por mil desajustes y la jaula de seguridad acompañando a la preciosa melodía que sale de los escapes. El empuje es tan bestial que pareciese fuera a despegar, si bien la motricidad seguía siendo excelente.
Llegados al punto de encuentro, la toma de contacto ha sabido a poco. Pero entendemos que un vehículo tan especial sea delicado y haya que tener mucho cuidado. Sólo el haberlo podido conducir es una experiencia al alcance de unos pocos en el mundo y por ello nos sentimos afortunados. Posiblemente no haya otra ocasión y nosotros te aseguramos la hemos disfrutado y mucho.
Y una sorpresa adicional
Si el GT-R normal ya es una maravilla, con los cambios introducidos en el Track Pack la eficacia es superlativa. Eso sí, sólo le sacarás el máximo partido en circuito
Si piensas que aquí terminó la jornada, no te levantes y sigue leyendo. Justo cuando pensábamos que la diversión ya había acabado, un bonito Nissan GT-R Track Pack llegaba al lugar del encuentro. Menos exótico que el impresionante Juke R, de igual modo es un automóvil para soñar, rápido, eficaz y divertido, aunque exige de buenas manos cuando de llevarlo al límite se trata.
Nosotros hemos tenido la oportunidad de rodar durante unos kilómetros con una unidad por los alrededores de Madrid. Fascinante por la capacidad de aceleración y la velocidad con la que el cambio actúa en las transiciones, también sorprende por su relativamente buena capacidad de absorción de bacheo. No esperábamos que fuese tan "cómodo".
Tampoco nos dejaron jugar con el acelerador a capricho, pero aquí las limitaciones impuestas eran menores, y sólo el tramo elegido para el contacto nos "cortaba las alas". Pese a ello pudimos comprobar cómo tiran los 550 CV del bloque biturbo sin desfallecer en genio o entrega. Da la sensación de ser inacabable. El sistema de tracción total garantiza una motricidad excelente, aunque no evita que dándolo todo haya algunas reacciones nerviosas.
La jornada fue cuanto menos excitante y muy exclusiva. Poder probar dos unidades tan especiales y caras como estas no ocurre todos los días. Lo malo es que el regreso a la realidad ahora resulta mucho más duro
En relación al convencional, el Track Pack añade una suspensión deportiva pensada para sacar el máximo partido al bastidor en circuitos, además de unas bonitas y enormes llantas de aleación en color negro... Conductos de refrigeración de los frenos, alerón posterior o la ausencia de plazas posteriores para rebajar el peso son otras de las modificaciones efectuadas. También en el interior hay una placa identificativa con la denominación de esta variante y nuevos asientos Recaro con tapizado bicolor azul/gris.
Sin duda alguna, otro modelo para tener en cuenta si se buscan las máximas prestaciones, agilidad y rapidez. Puede que no lleve el logotipo en el frontal de una firma exclusiva, pero desde su lanzamiento el GT-R ha conseguido convencer a los amantes del motor de su valiosa configuración, y siempre acompañado de precios mucho más asequibles (aunque lógicamente no es barato).
En resumen
En definitiva podemos asegurarte que hemos vivido una jornada muy especial. Del Juke R podemos decirte que la brutalidad del prototipo se ha tratado de suavizar en aquellas unidades destinadas a la producción. Y esto pese a contar con la última evolución del bloque empleado en los GT-R con 550 CV. Pero todo resulta más fino para que el afortunado y millonario propietario no pueda ponerle fallos. Es "carne" de jeque árabe, de esos que cuentan con tantos ceros en la cuenta corriente como poca conciencia sobre el valor del dinero. Un capricho que Nissan puede explotar y sin haberlo buscado.
Por su parte el GT-R, en cualquiera de sus versiones, es un deportivo más racional y lógico. Sus prestaciones de infarto no están ligadas necesariamente a un uso en circuito y puede ser usado en el día a día sin resultar incomodo y radical. Con el Track Pack su enfoque es más de competición, y sólo aquellos que no conducen sino pilotan, echarán de menos en los convencionales esa nueva y mágica configuración. La pena es que no nos llegue el sueldo para ninguna de las variantes, pues si algo hemos sacado en claro durante la jornada es que ¡queremos uno! Sólo una última cosa; desde este momento ya nada será igual.
GALLERY Nissan Juke R/GT-R Track Pack
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