Tazio Nuvolari

OrazioSatta

Gran Alfista

"El más grande piloto del pasado, del presente y del futuro" (Ferdinand Porsche)


Cuando en 1.950 una enfermedad que sería terminal tres años después, obligaba al viejo Tazio Nuvolari a retirarse de la competición con el alma encogida y los pulmones destrozados, quedaban atrás 25 años de un fabuloso historial (desde su debut en 1.920 más los cinco años sin actividad por la guerra) que contemplaba 277 participaciones en carreras oficiales de todo tipo de las cuales, 107 fueron victorias.
Pero Nuvolari, antes de entrar definitivamente en la historia al inicio de los años 50, formaba parte ya, desde mucho antes, estando aun en activo, de la leyenda. Porque Nuvolari no era solo el hombre que corría y ganaba una carrera, y otra, y otra... Nuvolari también las perdía, también se estrellaba, también, cuando los medios mecánicos no le acompañaban lo que sucedió con bastante frecuencia, se peleaba por un puesto intermedio en el pelotón de cola... Y era en esos momentos en los que Nuvolari forjó aun más si cabe su leyenda.

Nuvolari exprimía el coche de una manera casi sobrenatural que le permitía sacar un segundo de ahorro de donde no lo había, exigiendo al máximo, arriesgando al máximo... todo por arañar medio segundo incluso en carreras donde hubiera necesitado varios segundos enteros para contrarrestar el poderío de los contrincantes. El lo hacía de todas formas, arremetía con su viejo Alfa Romeo de color rojo contra los gigantes alemanes... y era así como los vencía, logrando incluso alguna vez herirlos en el mismísimo corazón (el Nurburgring). Nuvolari no solo entró en la leyenda por haber ganado en Le Mans, tras 24 horas de infernal lucha, en la última vuelta; también se acrecentaba su mito por haber perdido en Mónaco aquella vez en que tras casi 100 vueltas de enconada pelea fue traicionado por su máquina yendo en cabeza y terminó derrotado en el resultado pero no vencido en el espíritu... empujó su máquina hasta que los comisarios le dijeron basta.

Y es así como Nuvolari no fue solo un número que decía que ganó 107 veces. Era también aquel que corrió con la pierna enyesada, o las costillas rotas el día antes y con una faja ortopédica, o solo con tres ruedas, o con un agujero en el depósito taponado con chicle, o con una bajada de presión contrarrestada con una pajita y soplando... porque Nuvolari, tan pequeño, tan flacucho, tenía, todo el mundo lo sabía, un pacto con el diablo que lo hacía superfuerte e inmune a la muerte, y podía así escurrir su coche por el agujero más estrecho entre una maraña de coches accidentados, o agarrar la barra de dirección con la mano cuando perdía el volante, o conducir de noche a toda velocidad con los faros apagados... Nuvolari, todos lo sabían, podía volar.




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Y cuando Nuvolari volaba, todo el mundo se quedaba pasmado. Ganara o perdiese, su leyenda se acrecentaba; y verlo conducir al límite ya fuera en la primera o en la última posición, constituyó para varias generaciones un placer sencillamente inexplicable y maravilloso que todos rememoran con admiración viva así hayan pasado décadas. Nuvolari al límite como quien anda por el pasillo de su casa, como ilustra bien la anécdota de aquella vez en Nurburgring, cuando un jerarca Nazi, asombrado de las maniobras del mantovano, le comentó:

- Usted conduce de tal manera que seguro que es consciente de que cualquier día puede morir en la pista. ¿No le da miedo cuando se monta en el coche para correr?

- ¿Y usted donde cree que morirá? -Le preguntó Nuvolari.

- ¡Espero que tranquilamente en mi cama! - Contestó el dirigente.

- ¿Y no se pone nervioso cuando se va por la noche a dormir?




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En 1.930 Tazio Nuvolari había proporcionado la primera victoria de su historia a la Scudería Ferrari pilotando una veterana Alfa P2 en la prueba Trieste-Opicina. Hubo por tanto una especie de justicia histórica cuando fue precisamente la Scudería rossa la que proporcionó al gran campeón su última victoria absoluta. Fue en Parma en 1.947; y en aquella ocasión el mantovano volante pilotaba una de las flamantes máquinas que desde aquel mismo año elevaron el nombre del Comendattore hasta el rango de marca mítica.
Pero esta victoria era ya uno de los últimos rayos de gloria en el ocaso del campeón. Tazio Nuvolari sufre desde hace mucho tiempo ya una terrible enfermedad pulmonar, se dice que provocada por los gases de escape de los autos de competición. Conduce con una mascarilla en la boca. Las últimas carreras de la temporada 47 en las que se empeña en participar en contra de la opinión médica, son un suplicio donde Nuvolari consigue destacar relativamente, aunque a costa de terribles penalidades. La prensa, los analistas, los hombres del medio, comienzan a preguntarse si es apropiado, si es justo, que un campeón de su talla prolongue su carrera sufriendo este suplicio. Pero Nuvolari corría igualmente, incluso constatando en cada ocasión que el esfuerzo perjudicaba todavía más su salud. El público lo reconocerá y no parará de tributar un constante homenaje al apasionado combatiente allí donde aparece.




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1.948 parece ratificar el definitivo declive. Nuvolari está decididamente enfermo. Entrado el año otro duro golpe: Cisitalia, la marca que venía usando los servicios del campeón y con la que éste contaba para participar una vez más en la Mille Miglia le comunica poco antes de la prueba que "por dificultades imprevistas" no podrá encomendarle ninguno de sus coches.

En los primeros días de mayo Nuvolari, triste y abatido, no pierde todas las esperanzas y todavía está en tratos con Alfa Romeo para un posible fichaje de última hora. Mientras, acude de todas formas a Brescia para estar presente en las verificaciones previas en Piazzale della Vittoria. Aunque probablemente no pueda correr (las negociaciones con la casa del biscione se complican) estará cerca de las máquinas y de los viejos amigos. Allí una vez más la leyenda acude a acrecentar el mito de Nuvolari.

Enzo Ferrari se encuentra presente. Distingue a Nuvolari entre el gentío y lo saluda. Le bastan dos palabras para comprender la situación y obrar en consecuencia. Allí mismo el comendattore ofrece a Nuvolari una de sus máquinas para la carrera. Y así todo el mundo se congratula porque podrán ver una vez más el vuelo de Nuvolari. Será, todos lo saben ya, la última Mille Miglia del gran campeón.

Nuvolari acude a Maranello y recoge la 166 S, modelo descubierto tal como ha solicitado "para poder respirar mejor". Y así, el 2 de mayo, después de muchos meses inactivo por cura de reposo, sin prácticamente haber podido probar la máquina y con un frasquito de cordial colgado del cuello para aliviar los peores momentos que seguro su enfermedad le va a producir, Il Mantovano Volante toma la salida una vez más para recorrer los durísimos 1.829 kilómetros que este año componen la emblemática carrera a través de Italia.

La competencia no es poca entre los 187 participantes presentados. Ferrari, que parte como favorita, presenta 5 autos del modelo 166 de dos litros que con distintas variantes son confiadas a Biondetti, Sterzi, Nuvolari y los hermanos Besana. Los autos con apoyo de la fábrica se completan con la vieja pero muy remozada 125 encomendada a Cortese.

Se espera que sean las Maserati sus principales rivales. Estos en efecto también presentan una temible flotilla de cinco A6GCS de las que se encargarán Ascari, Amendola, Auricchio, Ovidio Capelli e Faccioni. Pero también cuentan las dos Alfa Romeo 6C 2.500 SS que no obstante, tras el fallido fichaje de Nuvolari, son encomendadas a las manos menos experimentadas de Rol y de Sanesi.

No deberá olvidarse tampoco a las 16 Cisitalia presentes en la cita; sobre todo la que pilotará Tafuffi especialmente potenciada para la ocasión; y no dejaran de destacar sobre todo en las categorías inferiores la nutridísima partida de Fiat 1.100 Sport, que han llegado a inscribirse en gran número, siempre de forma privada, al igual que algunas Lancia Aurelia con ciertas aspiraciones.






Habla Sergio Scapinelli, copiloto de Nuvolari en la Mille Miglia de 1.948:

"Ferrari convocó a Tazio para que condujera un 166 Inter. Muy pocos querían ir de copiloto con Nuvolari después de haber escuchado los escalofriantes relatos de Guidotti (copiloto de Nuvolari en los años 30). Il Commendatore me presentó a Tazio y le dijo: "Este de aquí tiene 100 horas de vuelo, ha estado en la guerra y ha sido bombardeado varias veces. No tendrá miedo. Irá contigo".

Algunos no se explican cómo, pero en ningún momento sentí miedo. Inclusive hubo momentos en que me dormí y Tazio me despertó de un codazo. Nuvolari era increible.Yo acompañé a muchos pilotos y todos conducían de manera "convencional", abusando de las marchas bajas, retardando las frenadas, siguiendo las trayectorias, etc. Pero Nuvolari no. Nuvolari elegía siempre los desarrollos largos, frenaba antes y con menos intensidad, hacía derrapar el coche y lo llevaba así, con el morro en el centro de la carretera; era un mago haciendo esquiar el coche con total control.

Se dijeron muchas cosas de esa carrera, inclusive que hicimos un trompo. La verdad es que fue provocado por Tazio. Habíamos pisado una mancha de aceite y temiendo salirse a la cuneta allí mismo hizo el trompo. Quedamos detenidos en medio de la carretera. Sin inmutarse me dijo: "Aprovechando que estamos parados bájate y echa gasolina".

(De "Ferrari, Che Gente", por Sergio Scapinelli)




El 2 de mayo comienza finalmente la gran prueba. Los primeros controles ya anuncian una lucha bastante cerrada. En Verona y Vicenza las diferencias son mínimas y no es hasta Padua cuando se marca ya una pequeña distancia en cabeza a favor de la Maserati de Ascari. No obstante, varios perseguidores lo acosan de cerca. Las multitudes que siguen la prueba se alegran fervorosamente al conocer que Nuvolari está entre ellos.

Camino de Forlí es Cortese, segundo, quien brillantemente se va acercando a Ascari; pero detrás vienen también reduciendo distancia Sanesi con su Alfa Romeo en tercera posición y los Ferrari de Nuvolari y Biondetti recuperando tiempo a base de imponer un ritmo endiablado. Pasada Forlí, en el tramo de la costa adriática, las diferencias son tan escasas que los cambios en cabeza son constantes. Incluso Taruffi se ha unido al grupo con su Cisitalia y llega a ocupar la primera posición justo antes de tener que retirarse una vez más traicionado por la mecánica.

Así las cosas, la carrera enfila el primer cruce de los Apeninos cuando Nuvolari se decide a atacar con todo. Como un reguero de pólvora se va extendiendo la noticia de que "Nivola" está volando, que marca los mejores parciales en los puertos, que ya está primero, que está cobrando ventaja.... Llevado por su ímpetu tiene una salida de ruta que se salda con un feo golpe de costado. El coche pierde una aleta, desestabiliza ligeramente el equilibrio del coche y daña el capó delantero y sus sujeciones. Pero el tiempo perdido es poco y el coche parece que sigue respondiendo. Otra vez a fondo. Hay una enorme explosión de alegría popular cuando la radio proclama a todos los rincones de Italia que en el ecuador de la prueba, el gran Tazio Nuvolari ha entrado en Roma en primer lugar con tres minutos de ventaja sobre Cortese, 10 sobre Ascari y nada menos que 22 sobre su compañero de equipo Biondetti que aún lucha con Sanesi por el cuarto puesto.

Nuvolari tiene que arrancar el capó delantero que a raíz del golpe sufrido ha quedado dañado y suelto; y con el motor al descubierto parte de regreso hacia Brescia. La noticia no para de correr en todas las poblaciones y son multitudes las que se agolpan al borde de la carretera para verlo pasar, los que se reunen en cafés y plazas para vivir juntos las incidencias de la prueba a través de la radio. Mientras, el Ferrari del viejo combatiente avanza a fuerte ritmo hacia las montañas. No solo el auto muestra las heridas de la lucha. El piloto padece la fatiga del camino y la enfermedad. Pero no afloja.
Debido a este ritmo frenético otro contratiempo: cruzada Livorno y en dirección a pisa, sufre otra salida golpeándose de costado. En esta ocasión es el asiento del copiloto, ya flojo por anteriores envites, el que debe ser arrancado. Además se ha visto afectada la suspensión, que se queja alarmantemente. Pero no afloja.

Sin embargo, la dureza tradicional de las Mille Miglia no solo lo castiga a él. Incluso parece que por detrás lo está ayundando. Sanesi, tratando de seguir el ritmo de los de cabeza, tiene una salida y no puede continuar. Las mecánicas de Cortese y Ascari, sus inmediatos perseguidores que marchan contagiados por el tremendo ritmo impuesto, terminan cediendo. Es el abandono. Ahora solo Biondetti persigue al campeón a un abismo de distancia. Y la noticia sigue siendo la misma: Tazio no respira bien, su fatiga es dolorosa, y su coche se está cayendo a pedazos; pero avanza a fuerte ritmo hacia la meta de Brescia en primera posición. El país entero contiene la respiración cuando ataca de nuevo la montaña. Supera el paso de la Futa, supera la Raticosa... la llanura se abre finalmente ante él.

Y llega a Bolonia. Allí el cronómetro no puede traer mejores noticias. Nuvolari sigue primero. Biondetti está segundo a nada menos que 29 minutos y el tercero, Comotti tiene ya en torno a la hora de retraso. Son las diferencias más grandes habidas en la Mille Miglia. La alegría por el campeón mantovano es general.

Pero hay alguna sombra. Enzo Ferrari conoce a los hombres... y a sus máquinas. Ve el sufrimiento de Nuvolari reflejado en su cara. Escucha los quejidos de la castigada 166. Sabe que aquella máquina se ha vuelto peligrosa de conducir, y que el físico de Nuvolari no es el más adecuado para afrontar contratiempos. Il comendattore comenta que lo prudente sería no seguir; pero deja la decisión final en manos de Nuvolari. Y Nuvolari sale y no afloja.

La meta está cerca, pero nunca llegará. Cruzando Regio Emilia, cerca del balneario de Villa Ospizio, la suspensión dañada en el golpe de Livorno dice basta. Un perno de la ballesta cede y el coche rinde el alma. Nuvolari simplemente baja del vehículo, se percata de que es una avería irreparable, y con el cansancio hasta en el alma no comenta nada. Solo pide una cama para reposar.

Cuando el público conoce la noticia el interés por la Mille Miglia se termina. Una gran desilusión se apodera de la gente que solo puede combatirla rememorando la nueva e increíble gesta a la que solo le ha faltado el colofón. Mientras Biondetti, sin que nadie lo moleste, llega con una increíble ventaja a Brescia como ganador. Sus primeras palabras en la rueda de prensa lo dicen todo: "Perdónenme por haber ganado".





Habla Enzo Ferrari:

Muchas veces me han preguntado:¿pero qué tenía de especial el estilo de pilotaje de Nuvolari? ¿Qué Lo hacía diferente? Sobre este famoso estilo se ha escrito de todo y de todos los colores. Es lo que sucede siempre cuando un hombre alcanza los límites de lo imposible y se adueña de él el mito.

También yo tras las primeras carreras en las que corrí contra él comencé a preguntarme qué era lo que tenía de especial el estilo de aquel hombrecito flacucho y serio, cuyo valor se revelaba tanto más alto cuanto mayor era el número de curvas (que él llamaba "recursos") de un recorrido.

Así, un día, durante las pruebas del Circuito de las Tres Provincias en 1.931, le pedí que me llevara algún tramo en la 1.750 que mi escudería le había confiado. Era la primera vez que Nuvolari disputaba aquella carrera y estaba receloso porque me había visto al volante de una 2.300 de ocho cilindros, más potente que la suya. Sin embargo no puso objeciones. "Sube", me dijo.

En la primera curva tuve la sensación de que con toda seguridad Tazio había fallado al tomarla y que íbamos a acabar en el foso. Mi cuerpo se tensó en espera del golpe. En cambio, alcanzamos la embocadura de la recta siguiente con la máquina enfilada. Lo miré: su áspero rostro estaba sereno, normal; no era el de alguien que acaba de evitar un trompo por un golpe de fortuna. En la segunda curva, en la tercera, la misma impresión se repetía. En la cuarta, en la quinta, comenzaba a comprender. Mientras, mirando de reojo, había notado que durante toda la parábola de la curva Nuvolari no levantaba el pie del acelerador, incluso que lo mantenía a fondo. Y curva a curva descubrí su secreto. Nuvolari abordaba la curva un poco antes de lo que el instinto de piloto me hubiera dictado a mí. Pero la abordaba de un modo insólito, enfilando, quiero decir de un golpe, el morro de la máquina contra el margen interno, justo en el punto donde la curva se iniciaba. Pisando a fondo (naturalmente con la marcha justa engranada antes de su terrorífica "apuntada") provocaba el derrapaje de la máquina sobre las cuatro ruedas, apurando el empuje de la fuerza centrífuga y conteniendola con la fuerza de las ruedas motrices. Durante todo el arco, el morro de la máquina raseaba la línea interna y cuando la curva terminaba y se abria la recta, el auto se encontraba ya en posición normal para proseguir derecho el recorrido.

La carrera, a pesar de mi máquina más potente, fue suya. Él primero y yo segundo a 32'' y 9/10, Tras la llegada, Tazio me elogió diciendo "Para ganarte he tenido que esforzarme como nunca lo había hecho", a lo que apostilló su mecáncio, aquél Decimo Compagnoni que sería con los años un personaje casi legendario como mécanico de Nuvolari: "Y yo- dijo- nunca he pasado tanto miedo como hoy". (Este Circuito de las Tres Provincias de 1.931 fue la última carrera de Enzo Ferrari como piloto.)

Aquella maniobra en curva era posible entonces por dos razones principales: las ruedas no eran como actualmente independientes y estaban hinchadas a muy alta presión. El increible derrapaje se podía de esta forma calcular con un solo y preciso volantazo inicial. Sin embargo, ninguno consiguió entonces reproducir "la curva de Tazio Nuvolari". Fueron muchos los que intentaron imitarlo. Muchos se acercaron a su técnica probando una y otra vez, pero en las curvas más duras terminaban por levantar el pie, "telegrafiando" con el acelerador. Ninguno, repito, osaba mantener el pedal a fondo como Tazio. Probablemente ninguno reunía, como él, una tan elevada sensibilidad con la máquina y un valor casi sobrehumano.

Más tarde, cuando las suspensiones se hicieron independientes y los neumáticos se hincharon a presiones medias, tampoco Nuvolari pudo ya derrapar de aquel modo acrobático. Sin embargo, una cosa conservó: continuó enfilando el interior de la curva con la decisión de siempre, provocando el derrapaje aunque esta vez corrigiendo la dirección con pocos y precisos golpes de volante y no dejando ya sistemáticamente el acelerador pisado a fondo. Con todo, su técnica permaneció siendo hasta el final un prodigio del instinto en los límites de la posibilidad humana y las leyes físicas.


De "Piloti, Che Gente", por Enzo Ferrari




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Nuvolari

Alfista Compulsivo

Yo que voy a decir....bueno sí, Grande Il Mantovano Volante. Siempre con su Tortuga en el pecho, luchando por vencer con su Alfa a todo aquel que se pusiera por delante. Ya lo dice la canción...."Cuando pasa Nuvolari...."

Para mí, sin desmerecer a nadie, y en especial Nuvolari por se mi favorito, pilotos como Caracciola, Varzi, Stuck, etc...eran grandísimos pilotos que luchaban no sólo contra sus rivales, sino contra sí mismos y sus circunstancias. Os recomiendo la lectura de dos grandes libros de la época. Hombres, Mujeres y Maquinas de Alfred Neubauer (director deportivo de Mercedes durante los años 30, 40 y 50) y Caracciola, una vida dedicada a las carreras (biografía del gran Rudolf Caracciola). En ambos hay mucho material relativo a Alfa Romeo, y son un completo placer para los amantes de las carreras.

Gracias de Nuevo Orazio. Mil Gracias!
 

jvvaep

Alfa-Lancia SPA. 33 1.5 Ti

Pues he leido que lo hechan de su casa.

Estan viendo la forma de hacele un museo. Increible. Y yo me quejo de que le den el Principe de Asturias a un guiri que ni viene a recogerlo y no se lo den a Carlos Sainz. En todos sitios cuecen habas. ???

Y mi firma? mola? ;)
 

airon

Gran Alfista

Orazio, espero que no te importe que ponga esto aqui, pero aunque largo creo que merece la pena.

Lo he sacado de un foro de Ferraristas

Nurburgring 1935


1935.Julio.El GP de Alemania, celebrado en el antiguo Nordschleiffe iba a mostrar al Mundo la supremacía de las mecánicas alemanas: Mercedes y Auto Union.Los primeros, con el modelo W25 de 3.990 cm3 (375 CV), y los segundos con el modelo Tipo B de 4950 cm3 (375 CV).Frente a ellos, Alfa Romeo se presentaba con el obsoleto P3 de 3167 cm3 (265 CV). El mítico Alfred Neubauer dirigía Mercedes ,y el no menos mítico Vittorio Jano, a la escuadra italiana. Por aquel entonces, los coches iban pintados según sus países: rojos los italianos, grises los alemanes y verdes los británicos.
El GP se había preparado cuidadosamente como propaganda nazi, y las esvásticas y militares se veían por doquier. Más de 500 periodistas de todo el Mundo cubrían el evento. Todo estaba preparado para la fiesta.
Por si la mecánica no bastase, los pilotos de los coches alemanes estaban entre la “creme” de la época: Rudolf Caracciola, Manfred von Brauchitsch, Luigi Fagioli y Hermann Lang por parte de Mercedes. Bernd Rosemeyer, Achille Varzi, Hans Stuck y Paul Pietsch por parte de Auto Union.Para hacerles frente, los italianos se presentaban con Piero Taruffi con Bugatti, y Louis Chiron y Tazio Nuvolari con Alfa Romeo. Los alemanes sabían de la destreza del pequeño hombre de Mantúa y lo respetaban. Afortunadamente para ellos, esta vez la mecánica no estaba a su altura.....
En los días previos al evento, un suceso contribuyo a caldear el ambiente: Varzi se lió con Ilse,la mujer de su compañero Pietsch. La tensión dentro del equipo alemán se cortaba con cuchillo....
Tras un Sábado de entrenamientos libres, llegó el día de la carrera. Por aquella época, no había clasificación para la pole, la salida se hacía por lotes (3-2-3-2). Nuvolari saldría en primera línea. Por delante, 22 vueltas y 501 kms.
Entre 250.000 a 300.000 espectadores asistían al evento, bebiendo cerveza y probando salchichas para animar un día gris y con fina lluvia La salida estaba prevista a las 11:00 de la mañana. Un periódico local publicó lo que muchos tenían en mente: “MERCEDES o AUTO UNION?”. El que otro coche pudiese ganar era simplemente impensable. Los pilotos se fueron colocando en la parrilla, ajustándose guantes, casco y anteojos. Algunos llevaban termos de café o rodajas de limón para ir hidratándose. Nuvolari, con 43 años era de los más viejos, pero tenía la fortaleza de un toro: dormía 12 horas al día, no bebía, y rara vez probaba la carne. Prefería tomar montones de vegetales, huevos y fruta y dar largos paseos.
La salida se controlaba con luces, por primera vez. Una luz roja se encendió, luego una luz amarilla indicando 15 seg para la salida, y luego luz verde: salida. Stuck caló su motor y sus mecánicos corrieron a ayudarlo, mientras los coches les pasaban signando. Uno de los mecánicos fue golpeado por el coche de Varzi produciéndole factura de la base del craneo. Varzi, muy afectado, no fue capaz de centrarse en la carrera.
Caracciola lideraba en la vuelta 2, seguido por Nuvolari a 12 seg, Fagioli a 14 seg, Rosemeyer a 16 seg y von Brauchitsch a 17 seg. Sorprendentemente, Nuvolari bajó mucho su ritmo y entre las vtas 2 a 4 fue superado por Rosemeyer, Fagioli , von Brauchitsch y Chiron.
Vuelta 3
Caracciola 35m 52.2 seg
Rosemeyer a 6.9 seg
Fagioli a 23.2 seg
Von Brauchitsch a 24.3 seg
Chiron a 33.2 seg
Nuvolari a 52.1 seg

Vuelta 4
Caracciola 47m 30.4 seg
Rosemeyer a 4 seg
Fagioli a 30.8 seg
Chiron a 45.8 seg
Von Brauchitsch a 46.9 seg
Nuvolari a 1m 09.6 seg

En la vuelta 5,la transmisión de Chirón falló y tuvo que abandonar. El coche se detiene pasados los pits y la gente le aplaude, es popular entre los alemanes. De los 3 Alfa Romeo que empezaron solo quedaba el de Nuvolari.

Vuelta 6
Caracciola 1h10m 42.3 seg
Rosemeyer a 27.8 seg

Fagioli a 48.7 seg
Chiron a 45.8 seg
Von Brauchitsch a 1m 5.1 seg
Nuvolari a 1m 06.9 seg


Rosemeyer, que estaba conduciendo por encima de sus posibilidades, s sale ligeramente de pista y golpea un talud. Como consecuencia, se ve obligado a entrar a boxes. Según "The Motor": 'Rosemeyer entra a pits tras pasar por un zanja y doblar ligeramente el eje trasero. El carburador estaba sucio de tierra. Se reincorpora tras una larga parada'.
Posemeyer cayó a la 5ª posición y Nuvolari adelantó a Von Brauchitsch en la vuelta 7. Von Brauchitsch respondió en la vuelta siguiente, y volvió a recuperar su puesto. La carrera se aceleraba, como demostraba Caraccciola con una media por vuelta de 116.3 km/h.

Vuelta 8
Caracciola 1h34m 14.0 seg
Fagioli a 26.4 seg
Von Brauchitsch a 31.3 seg
Nuvolari a 35.0 seg
Rosemeyer a 40.0 seg

La carrera se aceleró aún más y Fagioli empezó a descolgarse. Nuvolari y Von Brauchitsch lo superaron. Al comenzar la vuelta 9, Nuvolari se acercaba a Caracciola y Von Brauchitsch a Nuvolari. Nuvolari marcó una media de 124.9 km/h, la más rápida hasta entonces. "Empezó una terrible batalla entre los alemanes y yo. Mientras que trataba de descolgarlos, ellos hacían increibles piruetas, acercándose a mi por la hierba y los guardarrailes. La pista estaba manchada de tierra y hierba. Trozos de gravilla empujados por sus ruedas traseras veníana mí. Bajo un cielo oscuro podía escuchar el rugido de sus motores y las llamas saliendo de los escapes. Pero yo nunca me rindo. Mi coche recuperaba terremo en las bajadas y en las curvas. En cierto momento, 4 de nosotros cruzamos la meta casi en bateria y cerca uno del otro. Era una batalla bastante terrorífica, debo admitir."

Vuelta 9
Caracciola 1h45m 39.2 seg
Nuvolari a 7.2 seg
Von Brauchitsch a 9.1 seg
Rosemeyer a 17.1 seg
Fagioli a 27.8 seg
Stuck a 1m49.0 seg

Von Brauchitsch adelanta a Nuvolari, pero este recupera su puesto y se va acercando a Caracciola. La excitación en las tribunas es indescriptible. La gente se velanta....Nuvolari lidera!!!!

Vuelta 10
Nuvolari 1h56m 42.1 seg
Caracciola a 9.1 seg
Rosemeyer a 9.3 seg
Von Brauchitsch a 10.2 seg
Fagioli a 37.9 seg
Stuck a 1m53.1 seg

El codo de Von Brauchitsch sangraba al golpear contra la carrocería del Mercedes una y otra vez. La palma de su mano se había abierto porque cambiaba de marchas muy frecuentemente. Los pedales estaban tan calientes que le quemaban los pies, pero estaba envalentonado porque en algunas curvas amigos suyos le animaban agitando sombreros que habían puesto encima de unos bastones. En una curva, alguien sostenía una pancarta que decía: 'ATENCION! PELIGRO! MAS RAPIDO'.
Von Brauchitsch se preguntana porqué desde los boxes no le hacían señales, su único contacto con el mundo exterior. Se preguntó a si mismo "se han olvidado de mí?". Se sentía abandonado y se puso furioso. La siguiente vez que pasó por boxes les sacó la lengua.
El comentarista anunció que Rosemeyer había adelantado a Caracciola y era segundo. Caracciola no se despegaba y tenía pegado a Von Brauchitsch. Von Brauchitsch adelanto tambien a Caracciola y Resemeyer comenzó a acechar a Nuvolari por el liderato.
Mientras los coches rodaban por la vuelta 11 , los mecánicos de los 4 coches de cabeza se preparaban para los pitstops que tendrían lugar al final de la vuelta. Los mecánicos de Nuvolari preparaban las ruedas de recambio y los gatos. El box de Mercedes se movía ordenadamente. Los 4 coches entraron a repostar a la vez, y los mecánicos los rodearon como hormigas : gatos que elevan los coches, ruedas que se quitan y bidones de combustible que se conectan para llenar los depósitos. Los pilotos se bajan de sus coches y aprovechan para beber agua y lavarse la cara con espejos.
Von Brauchitsch tardó 47 seg en repostar y mientras aceleraba podía oir los aplausos de la gente por encima del rugido del motor. Caracciola tardó 1m 7 seg en los boxes, y Rosemeyer 1m 15 seg. Nuvolari seguía detenido. La bomba de presión usada para forzar el combustible dentro del depósito se bloqueó y el repostaje tuvo que completarse a mano, con un embudo. Nuvolari estaba enfadadísimo y tomó una botella y tomó una botella de agua mineral, jurando en hebreo y apremiando a sus mecánicos. La parada duró 2m14 seg, y Nuvolari se incorporó sexto a la carrera. La carrera había acabado para el. Si estar en contacto con los alemanes ya era suficientemente duro, remontar se antojaba imposible. Von Brauchitsch había dado la vuelta 12 en 10m 33.4 seg, a una media de 129.6 kph.

Vuelta 12
Fagioli 2h19m 42.3 seg
Von Brauchitsch a 6.1 seg
Rosemeyer a 44.8 seg
Caracciola a 50.1 seg
Stuck a 54.8 seg
Nuvolari a 59.1 seg

Obviamente, ni Fagioli ni Stuck habían repostado, aunque pronto lo harían. Fagioli entró y salió 51 segundos después colocandose en 5ª posición. Von Brauchitsch volvió a mejorar la vuelta rápida dejándola en 10m 32.0 seg (130 kph). Tras el, la carrera era explosiva. Nuvolari atrapó y adelantó a Stuck y Caracciola - Rosemeyer se vería forzado a parar otra vez al romper un conducto de la gasolina. Al entrar tambien Fagioli a repostar, Nuvolari encontró súbitamente segundo. Estas cosas pasan en automovilismo, y es peligroso usar la palabra "imposible", pero en una actividad que se mide en segundos y fracciones de segundo, Nuvolari aún estaba a 1m9 seg - una vida.

Vuelta 13
Von Brauchitsch 2h30m 22.3 seg
Nuvolari a 1m9.0 seg
Rosemeyer a 1m9.7 seg
Rosemeyer entró a arreglar su problema bajando al 5º puesto. Caracciola heredó la tercera plaza, pero no podía seguir el ritmo de Von Brauchitsch y Nuvolari y progresivamente se iba quedando rezagado. No se encontraba bien. Más tarde se quejaría de una "súbita sensación de debilidad" durante la carrera, tan fuerte que se le nublaba la vista y no podía ver el camino. Fué examinado por un doctor y le descubrieron un gusano que le fué extirpado.
A partir de ahora la carrera quedaba en un mano a mano: Von Brauchitsch contra Nuvolari. Al pasar por boxes, Neubauer le hizo un gesto a Von Brauchitsch, como si cerrase una gran maleta: "cálmate". Más tarde comentaba "este chico no debería correr como un loco".


Vuelta 14
Von Brauchitsch 2h40m 54.3 seg
Nuvolari a 1m25.8 seg

La conducción de Nuvolari se describía como "inspirada, sin miedo, intocable". Aún así, Von Brauchitsch aceleró un poco más.

Vuelta 15
Von Brauchitsch 2h51m 36.2 seg
Nuvolari a 1m27.0 seg

Paul Pietsch comentaba del Ring "no podías ver la multitud porque estabas muy ocupado, y no podías oirlos porque los coches eran muy ruidosos. No tenías ni idea de donde estabas, salvo cuando pasabas por meta. Podías saber que eras tercero porque tenías 2 coches y nadie te había adelantado". Ahora las aritméticas eran irrelevantes, Nuvolari sabía que solo tenía a Von Brauchitsch delante y Von Brauchitsch sabia que solo Nuvolari le seguía.

Vuelta 16
Von Brauchitsch 3h2m 33.3 seg
Nuvolari a 1m16.9 seg
(- 10.1 seg

Cuando Nuvolari pasó por boxes, le hicieron un signo a Nuvolari para que fuese más rápido, pero Nuvolari ya iba al límite.

Vuelta 17
Von Brauchitsch 3h13m 32.1 seg
Nuvolari a 1m3.1 seg

(- 13.8 seg)
Ahora Neubauer ya estaba visiblemente nervioso. Tocaba su sombrero como una forma de superstición.

Vuelta 18
Von Brauchitsch 3h24m 43.0 seg
Nuvolari a 37.0 seg
(- 26.1 seg)

Von Brauchitsch respondió al ataque,aunque ya estaba llevando el Mercedes y sus neumáticos a fondo. Nuvolari le forzaba a ello. Nuvolari, el pequeño y tenaz hombre que no participaba en las carreras, sino que corria en ellas sin importarle las consecuencias. Estaba creando una de las más grandes persecuciones en la historia del automovilismo. La ferocidad y la urgencia le empujaban, y corría. Von Brauchitsch, fuerte en cuerpo y mente, le respondió corriendo él tambien.
Vuelta 19
Von Brauchitsch 3h35m 31.1 seg
Nuvolari a 43.1 se
(+ 6.1 seg)

Empezó a caer una ligera llovizna. Quedaban 3 vueltas, ya pesar de que la diferencia aún era considerable, Herr Huhnlein (maxima autoridad del automovilismo en Alemania) retorcia de forma nerviosa una hoja escrita a máquina. Era el texto del discurso que tendría que pronunciar post-carrera, preparado para la victoria de Mercedes, ante 10 microfonos y 50 periodistas. Neubauer miraba su cronómetro de forma agitada.

Vuelta 20
Von Brauchitsch 3h46m 29.1 seg
Nuvolari a 32.2 seg
(- 10.9 seg)

De nuevo Von Brauchitsch respondió, aunque The Autocar comentaba: "el italiano tiene velocidad en la reserva", añadiendo "cuando Neubauer empieza a ir y venir por los boxes es sintoma de crisis" . La crisis se debía al neumático trasero izquierdo de Von Brauchitsch, y en eso consistía la estrategia de Nuvolari. Durante las prácticas del Sábado, Nuvolari había observado que Von Brauchitsch conducía y frenaba sin preocuparse del estado de sus neumáticos, ni del desgaste. Nuvolari razonó "si le fuerzo a ir más rápido, él va a desgastar tanto las ruedas que va a tener que entrar 2 veces a cambiarlos, y entonces yo ganaré". Esto no había ocurrido, aunque sí una variante. Neubauer,al borde de la pista, se dió cuenta de que el neumático trasero izquierdo estaba desgastado hasta la cámara y que podría reventar. Consultó con los técnicos y se la jugó: aceptaron el riesgo pensando que el neumático aguantaría la última vuelta.

Vuelta 21
Von Brauchitsch 3h57m 13.2 seg
Nuvolari a 35.0 seg
(+ 2.8 seg)

La última vuelta resultó ser la danza de la muerte. Nuvolari estaba atrapando al Mercedes, pero no lo suficientemente rápido. En Flugplatz (17km a meta) había recortado 5 seg; en Adenauer Forest (15 km a meta) otros 3 seg. Pasaron por la ruta de Adenau, el hotel Heifeler Hof, a traves de Bergwerk, hasta superar la marca de 13 km de vuelta. Se adentraban en el Karussel, y la persecución feroz había llevado a Nuvolari a poco más de 200 metros de sus plegarias.

El Karussel se componía de una herradura derecha-derecha-derecha, seguido de otra herradura izquierda-izquierda-izquierda. De ahí su nombre. El comentarista en ese punto gritó "NUVOLARI SIGUE DE CERCA A VON BRAUCHITSCH".

Von Brauchitsch recordó más tarde como el coche patinó, y Nuvolari se puso nervioso porque un coche un coche que patina puede girar hacia cualquier parte. El comentarista gritó "VON BRAUCHITSCH HA PINCHADO UN NEUMATICO".

El neumático trasero izquierdo había estallado, trozos de goma volaban por todas partes. Entonces el comentarista gritó "NUVOLARI LO HA ADELANTADO".

El Mercedes dió unos bandazos y Nuvolari lo esquivó por los pelos. Nuvolari vió "algo volar por los aires". Era el neumático de Von Brauchitsch. Por dentro tuvo una sensación muy dulce, como nunca antes había sentido, pero "la multitud sufría y esto me hizo sentirme apenado por ellos". Nuvolari tambien sintió que era una lastima que el neumático hubiese derrotado a Von Brauchitsch, en vez de él "estaba apunto de alcanzarlo y lo habría superado sin problemas en la curva que lleva a la linea de meta".

La multitud en las tribunas estaba de pie." VON BRAUCHITSCH TRATA DE ALCANZARLO CON UNA RUEDA PINCHADA". Esto es pura invención, claro, pero aún en 3 ruedas Von Brauchitsch estimaba su velocidad en 140 km/h. La rueda derecha explotó tambien mientras trataba de cubrir los 7 kms que restaban y finalizar la prueba. Stuck y Caracciola lo adelantaron. Rosemeyer tambien. Stuck acabó segundo, pero a 1m 38 seg.

Resultado
Nuvolari 4h08m 40.1 seg
Stuck 4h10m18.4seg
Caracciola 4h11m03.1seg
Rosemeyer 4h12m51.0seg
Von Brauchitsch 4h14m17.4seg
Fagioli 4h15m58.3seg


Vuelta Rapida: Von Brauchitsch 10m32 seg a 128.9 km/h


A partir de aquí empezó la mitología, y es dificil separar la realidad de la ficción. Lo que se sabe es que Nuvolari se bajó del coche sudando profusamente y lo achucharon entre sus mecánicos y su hijo Giorgio. Von Brauchitsch paró lejos de su box porque no queria que la gente viese como lloraba. Al volver al box, señalo con la cabeza una pila de neumáticos nuevos y comentó de forma amarga que 2 de ellos eran lo unico que necesitaba. El corresponsal de "La Gazzeta dello Sport" comentaba " Von Brauchitsch pagó muy caro sus tácticas alocadas. Ha sido una de las mejores victorias de Nuvolari, luchando contra una gran coalición alemana: su superioridad como constructores, su GP y enfrente de una increible multitud alemana".

Los comentaristas aún no habían anunciado la victoria, y nadie encontraba una bandera italiana para alzarla en el mastil. Lo mismo pasó con el himno italiano, la Marcia Reale. Nuvolari mandó a su mecánico Compagnoni a por una copia que guardaba en su maleta. Finalmente, la insignia italiana se alzó. Hay una divergencia entre la reacción de la gente. Según unos informes hubo "cálidos aplausos", según otros "silencio de funeral". Hunhlein hizo un improvisado discurso, diciendo que el deporte alemán siempre reconoceria "una honesta y gran actuación", antes de colocarle la enorme corona sobre su cabeza. Nuvolari hizó un gesto de saludo,a medio camino entre el saludo nazi y levantar el brazo. Un desagradable compromiso. Entonces sonó la Marcia Reale.

Nuvolari se ve obligado a seguir el juego,para no llevarse una "ensaladita" de leches de los alemanes..
No se sabe como lo celebro Nuvolari,ni si lo hizo. No era hombre de grandes muestras de emoción y además se hubiese visto como inhumano, viendo a Von Brauchitsch llorando en su box. Hay mucha especulación acerca de lo que sucedió después. Se sabe que cuando Von Brauchitsch regresó a Heifeler Hof (lugar de concentración de los pilotos), todos trataron de animarlo. Chiron le dió un masaje (?) y Nuvolari flores. Von Brauchitsch también habló con sus mecánicos y esto pareció consolarlo. Quizá los pilotos cenaron juntos en el hotel y charlaron de forma educada. Desde luego, muchos de ellos desayunaron juntos al día siguiente, antes de partir de forma separada de forma callada, como 6 días antes.



(Del libro "Nuvolari" de Christopher Hilton)
 

Doctor Hackenbush

"No te tomes tan en serio. Nadie más lo hace"
Usuario Premium

Alguna foto más de Tazio Nuvolari ;)



tazionuvolari1.jpg



tazionuvolari2.jpg



1934 Maserati 6C-34 #8 de Nuvolari en el GP Monza '34

1934maserati6c348nuvola.jpg



Salud 8)
 

cuervo

Alfa GT 1.9 jtd 2006 Rosso Alfa

hoy, no se si en tv3 o en la sexta, no me fije, hablaron un poco de ferrari...y de nuvolari ni una palabra..pacagase y no mease
 

airon

Gran Alfista

albertico-159 dijo:
muy buena!!! 8)

no sabia todas estas azañas 8)

Alberto, ¿de donde crees que viene el nombre del color del coche de Kike? AZUL NUVOLA ¿te suena ahora?.... ;) ;)

Saludos
 

OrazioSatta

Gran Alfista

Hasta le dedicaron su propia canción:

http://www.youtube.com/watch?v=ysp_vcXzimA&feature=related



Saludos. ;)
 

javi159sw

Dónde comen 2 comen 3... y como comen!!
Usuario Premium

Vaya lecturas... la vida de Nuvolari es para hacer una peli...
 

Scigulin

Quousque tandem abutere, Fiat, patientia nostra?
Usuario Premium

Hoy hemos seguido con las arduas y pesadas tareas de extracción de trastos y basura del famoso sótano donde recientemente apareció esto:

29qb0g4.jpg


cuyo detalle se puede ver en http://www.alfistas.es/foro-alfistas/index.php?topic=77.120... :-\

Entre montañas de carpetas, catálogos y documentación varia medio destruida por la acción de toda clase de bichos algo atrajo mi atención; en medio de un fajo que iba a ir directo a la hoguera, vi esto:

2agqopk.jpg


¿Se aprecia? ??? ...Esto:

n3rups.jpg


La curiosidad me hizo mirar mejor:

11l68f9.jpg


Bueno, en apariencia no era nada fuera de lo común... ::) Sólo un anuncio que no tenía nada de especial y que servía de contraportada a una vieja revista... :-\
















Hasta que le dí la vuelta y vi la portada...

vq65bb.jpg


:eek: El primero de una larga serie de improperios que salieron de mi boca fue un sonoro «cornutaccio» dirigido a mi amigo y, a la sazón, propietario de los trastos y basura que hay en ese sótano... ;D

Evidentemente la revista, un monográfico sobre Nuvolari realizado en colaboración con Alfa Romeo, fue debidamente requisada... ;D

Son más de 80 páginas (lamentablemente para el público, todo en italiano... :(), así que iré colgándola muy poco a poco en este hilo que me ha costado encontrar pero que merece ser resucitado... ;)

Eso sí, con el tiempo y una caña... ::)


Saludos 8)


P.S. Tiemblo al pensar en todo lo que ese inconsciente puede haber tirado sin ni siquiera comprobar de qué se trataba... :'(
 

airon

Gran Alfista

La caña te la pago yo, que de tiempo ando igual que tu Scigulin :D :D, venga esperaremos....
 

scipio

Made in Italy
Usuario Premium

"Cornutaccio" solo?.Yo hubiera soltado algo mas ;D.Cuelgalo en italiano, que ya lo traducimos.....
 

Scigulin

Quousque tandem abutere, Fiat, patientia nostra?
Usuario Premium

scipio dijo:
"Cornutaccio" solo?.Yo hubiera soltado algo mas ;D.Cuelgalo en italiano, que ya lo traducimos.....

;D ;D ;D Eso sólo fue lo primero que le solté... ;D ;D ;D

A ver si esta tarde empiezo a escanear algo... :-\


Saludos 8)
 

Scigulin

Quousque tandem abutere, Fiat, patientia nostra?
Usuario Premium

Bueno, al parecer la revista se dedica a analizar el personaje Nuvolari más allá de mitos y leyendas, centrándose en los comentarios de gente que, por una razón u otra, le tuvo suficientemente cerca en algún momento de su vida... ::)

Primeras entregas:



dossnuvolariscigu101d.jpg









Intentaré colgar una versión traducida, aunque eso llevará más tiempo... :-\


Saludos 8)


Edito para incorporar la doble foto elaborada por Doctor Hackenbush a quien agradezco la colaboración... ;)
 

scipio

Made in Italy
Usuario Premium

Grazie mille! ;D:Algunos lo estamos disfrutando ya.....
 

Scigulin

Quousque tandem abutere, Fiat, patientia nostra?
Usuario Premium

scipio dijo:
Grazie mille! ;D:Algunos lo estamos disfrutando ya.....

¡Me alegro! ;)

Para los que no se lleven muy bien con el italiano, primera entrega parcial traducida:





Saludos 8)


P.S. Esto será duro... Muy duro... :-\
 

Doctor Hackenbush

"No te tomes tan en serio. Nadie más lo hace"
Usuario Premium

:eek: ¡Madre mía que trabajo de edición/traducción Scigulin.

Ademas de artista, esforzado. ;) Muchas gracias.

Salud 8)
 

145selespeed

72.000 kms ya!

Muy currado y super interesante todo el post! Sigue Scigulin!
 
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