Algún día tendré uno...
Estoy hechizado por este coche desde pequeñito, desde que mi padre, trabajador de la Fiat, me montó en uno y nos dimos una vuelta un día que me llevó a las instalaciones del Paseo de la Habana. Nunca olvidaré ese día, como tampoco el día que ví y me monté, eso sí en parado, en un Stratos en el mismo sitio.
Tengo esa revista de Motor Clásico, por cierto.
Saludos cordiales...