En el Salón del Automóvil de Ginebra de 1993, BMW presentó un pequeño hatchback de corte deportivo y con motor de moto: el Z13, obra del diseñador Robert Powell, que había trabajado varios años en Porsche. Dentro de las particularidades de este conceptcar, podemos señalar su linea de cintura baja y con gran ángulo de subida, la disposición interior 1+2 (asiento delantero central y dos posteriores, al mejor estilo McLaren F1, y un habitáculo lleno de tecnología, que contaba con navegador, teléfono integrado y equipo de fax para quienes necesitaban llevar la oficina encima.
En cuanto a la mecánica, BMW había recurrido al impulsor de la BMW K 1100, aunque con menos potencia, que se ubicaba atrás, y merced a una caja de cambios CVT de origen Ford, transmitía los 80 CV a las ruedas traseras.